En este mundo puedes decidir percibir la vida de 2 formas: de manera extraordinaria o de manera ordinaria.
El nivel extraordinario es muy poco transitado porque existe algo llamado “proceso”.
En palabras de Jesús lo puedes entender así:
“Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran”, Mateo 7:14.
Sí, tal vez te cause el mismo efecto de cuando alguien te muestra los miles de beneficios que brinda el ejercicio y tú estás ansioso por conseguir una buena condición física.
Todo suena muy bien hasta que te topas con una rutina de ejercicio en un horario que te exige salir de la zona de comodidad. Como diría el meme: ¡Uy, así qué chiste!
La vida en la comodidad a veces pareciera que es andar en un cuento de hadas. La verdad es que una nueva realidad requiere valor, disciplina y una mentalidad correcta.
Te vas al diccionario y encuentras que una de las definiciones de la palabra “Proceso” es:
“Procesamiento o conjunto de operaciones a que se somete una cosa para transformarla”.
¿Qué acciones determinaste para este nuevo año?
Tal vez iniciaste con muchas ganas de hacer tanto y te rendiste en el primer mes… o el primer día de enero.
Retomando un punto importante de mi artículo “¿Y tu historia?”, tu vida cambia cuando pasas de ser un espectador y te conviertes en el protagonista de tu historia.
¿Qué se requiere para ser un buen protagonista?
Te dirán que uno no viene a esta vida con instructivo.
Todo cambia cuando te enteras que existe un Creador, un Dios que te dejó planes de bien y prosperidad en algo llamado Biblia, donde claramente se te indica el camino que lleva a la vida extraordinaria.
Un buen protagonista se aleja de la multitud para poder entender las cosas por sí mismo.
Estás aquí para se un protagonista que comprende que su vida es valiosa y que lograrás atravesar procesos por medio de la mentalidad correcta.
Y la mejor mentalidad la encontrarás en Dios.
Vidas extraordinarias vienen de mentes extraordinarias.
Moisés fue uno de los tantos hombres que se determinaron a vivir en su mejor versión. Esta determinación lo llevó a rodearse de maravillas y milagros de manera regular.
Su “rara actitud” ante la vida lo hizo abrir el mar y cruzarlo (y mira que abrir y cruzar un mar es algo realmente fuera de este mundo).
Pareciera que todo lo creado se la toma en serio cuando tú te la tomas en serio. El mar miró la confianza y actitud de Moisés. Esa no era la misma actitud que tenía el pueblo que venía detrás de él.
¿Qué vio el Mar para atender a la vida de Moisés?
Vio la vida extraordinaria de Dios reflejada en él.
Tú esperas a que ese pueblo aprendiera de la vida de Moisés y caminaran en su mejor versión, pero no, ellos se acostumbraron a la vida de espectador.
Moisés conoció algo valioso.
Conoció a Dios y se conoció en Dios.
La disposición a este conocimiento lo puso frente a nuevos retos y nuevas transformaciones.
¿Puede ser así contigo?
Puede suceder mejor.
Dios honró a aquellos que decidieron vivir fuera de la norma de este mundo. Esos personajes fueron bendecidos con influencia, autoridad, poder, revelaciones y muchas bendiciones más.
Dios quiere honrarte. Eso suena bien.
¿Cómo vas a responder a esto? Decide honrarlo tomando la decisión de vivir tu mejor versión.
La transformación está garantizada en Dios.
Yo sé de lo que te hablo…
Para descubrir más acerca de la bendición de vivir extraordinariamente te invito a leer mi libro EL HOMBRE QUE DEBO SER. Ahí te describo con detalle muchos de mis procesos y de mis experiencias transformadoras.
¡Decide subir de nivel!