UNA CAPA
Hoy en día nos encontramos a muchas personas que van por el mundo marcados por una capa que tal vez venga de una experiencia pasada de hace muchos años atrás, personas que cuando les preguntamos quiénes son sólo pueden decir: yo soy pobre, yo soy huérfano, yo soy discapacitado, yo fui violado, yo fui defraudado, yo estoy endeudado, e infinidad de capas que a decir verdad, si forman parte de nuestra vida, significan etapas que tenemos que pasar para forjar nuestro ser, y para moldear nuestra vida, nuestro carácter, pero es nuestra decisión el tomarlas como bandera y asumir que una sola de esas capas nos define.
Veamos un ejemplo:
Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci)
Personaje controversial, Fue a la vez pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
¿Cómo definirlo por una sola de sus capas?, si en cada una de las disciplinas en las que se desarrolló dejó algún legado digno de ser reconocido?
Hizo diseños de bicicletas, helicóptero, paracaídas, autos, ametralladoras, e infinidad de aparatos cientos de años antes de que existieran en la vida real, además de diversas investigaciones científicas.
Entonces, porque a veces nosotros nos sentimos forzados por escoger una de nuestras capas que nos defina universalmente, demeritando todas las demás experiencias de vida que pudiésemos tener y que enriquecen nuestro existir, como una posibilidad de poder compartir y enriquecer la vida de otras personas, de crear cosas, de compartir cosas de enseñar, de vivir, y disfrutar las grandes maravillas que Dios quiere hacer en nuestras vidas. Esto sucede porque dejamos que la definición que las otras personas tienen de nosotros resuenen tanto que terminan por apagar las demás capas y en la mayoría de las ocasiones en opacar el brillo que Dios ha puesto en cada uno de nosotros.
Y es que delante de Dios, podremos tener infinidad de títulos, capas, ocupaciones, apodos o como gustes llamarle pero para Él, Lo más importante de todo es que tengamos en claro que por encima de cualquier capa y cualidad que tengamos en nuestra vida, somos sus hijos.
Para Dios, yo soy su hijo.
¿cuál es tu capa más importante?